UN VIAJE INTERMINABLE, LA AMISTAD.


Domingo 19 de julio, 9.15 hs, aeropuerto de Mendoza.

Llegamos y nos estaba esperando. Como quien espera a un amigo que conoce de toda la vida. Y tal vez era así. Porque tal vez el tiempo no pasó y solamente nos reencontramos, y ése era sólo el lugar y el momento de otro momento ya vivido. Lo cierto es que la química fue tan perfecta que no hubo barreras de tiempo, ni distancias. Visitamos al Daniel y a la Eli en Mendoza. Y digo el y la porque los mendocinos así lo dicen. Amigos servas, les juro que me resulta difícil describir a estos dos seres tan hermosos. Independientemente de lo lindo que es Mendoza, nos volvemos con las mochilas del corazón llenas de un sentimiento de afecto que nos envuelve y nos cautiva. Recibimos del Daniel y la Eli una muestra de entrega y generosidad que nos va a ser difícil retribuir.
Embebidos nuestros amigos en la sincera filosofía de nuestra organización, demostraron que curiosamente hay muchos más servas que los que figuran en las listas. Y digo esto, porque la Eli, curiosamente, aunque aún no está inscripta en la organización, es una serva innata. Tanto el Dani, como la Eli trabajan cotidianamente en una entrega permanente para lograr la paz y lo que nosotros vimos es sólo un ratito de su cotidianeidad. Para completar la magia de este encuentro, dispusieron que la Madre Natura nos sorprendiera el miércoles con una alfombra blanca cubriendo el paisaje y copos de nieve acariciaran nuestras mejillas. Por lo mucho que nos dieron y por el afecto que lograron generar en nosotros hacia ellos, es que no podemos dejar de agradecerles y manifestarles que siempre los esperaremos para retribuirles y para abrazarlos nuevamente.


Un gran beso de Viviana, Roberto y Sebastián Camalli